Victoria nos cuenta como es vivir con esta enfermedad que se caracteriza por un aumento de la tensión intracraneal sin causa clara, que se puede presentar como cefalea y problemas visuales.
«Me llamo Victoria, tengo 27 años y hace 12 años se me diagnosticó de Hipertensión Intracraneal Ideopática (HII). Cuando se me diagnosticó y se me puso mi primera válvula (la válvula quita el exceso de liquido cefalorraquídeo, lo saca de la columna o del cerebro y lo lleva al abdomen), no le di demasiada importancia al tema.
Años después, en el 2019, estudiando cocina en Barcelona, tuve mi primera recaída. Después de muchos ingresos, operaciones (la segunda válvula que se me puso no llegó a funcionar bien), tener que dejar de estudiar cocina, estar en una cama con dolores, nauseas y mareos, se me puso la válvula que tengo actualmente.. Corría el riesgo de sufrir un derrame, ya que se puso en la cabeza, pero, gracias a la neuronavegación, pude operarme sin secuelas (aparentes).
Aparte de HII, tengo migrañas crónica de difícil tratamiento, hipertensión arterial, colon irritable, asma, TDAH y síndrome del ovario poliquístico, vamos, que me pusieron un buffet libre de enfermedades y me serví.
Siempre digo que mi enfermedad (la HII), es la putada más maravillosa que me ha pasado, ya que me ha enseñado muchas cosas (aunque también me ha quitado otras tantas).
Me ha enseñado a disfrutar de los pequeños momentos y detalles, me ha enseñado a escuchar mi cuerpo y saber cuando me pide relax (aunque esta parte me cuesta más), me ha enseñado a verla como una compañera de vida y una aliada, en vez de una enemiga y un largo etc.
El sentido del humor, mi ironía y mi sarcasmo me ha ayudado a que nos llevemos bien y mi mejor tratamiento, es la alimentación, el deporte, tratamiento psicológico y la paciencia.
Nos queda un largo recorrido juntas (no tiene cura) y nos quedan muchas aventuras que recorrer juntas. Bueno y también, muchas nauseas, dolores, mareos, vértigos, ya que es su forma de hacerse notar y decir que sigue conmigo.
¿Y las secuelas? Aprendes a vivir con ellas, se me han quedado dañados un poco los nervios ópticos de los dos ojos (si ya de por si soy muy miope, esto es para mejorar mi mala visión jaja), tengo perdidas de memoria, me cuesta procesar la información, soy algo lenta en algunas cosas… Pero, aprendes a vivir con ello, a adaptarte, intentar que tu entorno se adapte a ti y te entienda y a vivir».
