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El dolor

¿Te has preguntado alguna vez por qué duele cuando te haces una herida o te golpeas? El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que se asocia con daño tisular real o potencial. Aunque es una sensación subjetiva y personal, su fisiopatología es un proceso complejo que involucra a múltiples sistemas corporales.

Todo comienza con la estimulación de los receptores del dolor que se encuentran en los tejidos periféricos como la piel, los músculos y las articulaciones. Estos receptores son activados por estímulos mecánicos, térmicos o químicos (por ejemplo, un golpe o una quemadura) y envían señales al sistema nervioso central a través de las fibras nerviosas aferentes.

En el sistema nervioso central, el dolor es procesado y modulado por múltiples regiones cerebrales, incluyendo la médula espinal, el tronco encefálico y el cerebro. La médula espinal es la primera estación de relevo del dolor en el sistema nervioso central, donde las fibras nerviosas aferentes (es decir, las que entran en la médula) transmiten la información del dolor a las neuronas de la médula espinal. Estas neuronas procesan y modulan la información del dolor antes de transmitirla a las regiones cerebrales superiores.

La modulación del dolor es un proceso importante que ocurre en las regiones cerebrales superiores y puede influir en cómo sentimos el dolor y cómo lo manejamos. Estas regiones cerebrales pueden aumentar o disminuir la percepción del dolor. Por ejemplo, si estás distraído haciendo algo que te gusta mucho, es posible que no sientas tanto el dolor como cuando estás quieto y solo pensando en lo mal que te duele. Además, las emociones y la atención pueden influir en cómo percibimos el dolor. Por ejemplo, el estrés y la ansiedad pueden aumentar la percepción del dolor, mientras que la relajación y la meditación pueden disminuirlo.

También es importante mencionar que existen diferentes tipos de dolor, que pueden clasificarse según su duración, intensidad, origen y localización. Algunos ejemplos de tipos de dolor incluyen el dolor agudo, el dolor crónico, el dolor neuropático y el dolor visceral. Cada tipo de dolor puede tener diferentes fisiopatologías y puede requerir diferentes enfoques de tratamiento.

En el caso del dolor crónico, por ejemplo, se sabe que puede estar asociado con cambios en el sistema nervioso central que pueden aumentar la percepción del dolor y hacer que sea más difícil de tratar. Además, el dolor crónico puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y puede estar asociado con otros problemas de salud, como la depresión y la ansiedad.

El dolor neuropático es aquel que proviene de un daño nervioso directo. Normalmente aparece en las partes finales de las extremidades, en palmas y plantas por ejemplo, y se suele sentir como si fuera una descarga u hormigueo.

El dolor visceral es aquel que viene de algún órgano interno. Normalmente se define peor, es más complicado de localizar y de describir. Es un dolor vago, recurrente y que normalmente se asocia a otros síntomas como las nauseas y vómitos.

Pero el dolor no se puede enfocar solo desde un punto de vista científico. Está tan íntimamente ligado al ser humano que es imposible pensar una vida sin dolor en algún momento. El dolor es algo que todos experimentamos en algún momento de nuestra vida. Ya sea un dolor físico o emocional, es algo que nos afecta y nos hace sentir vivos, porque al final del día, sentir dolor es parte de ser humano.

Pero ¿por qué sentimos dolor? Bueno, desde un punto de vista evolutivo, el dolor es una señal de que algo no está bien en nuestro cuerpo y necesitamos hacer algo al respecto. Por ejemplo, si te quemas la mano, sentir dolor te hace retirar la mano de la fuente de calor y evitar más daño. Es por lo tanto, un sistema de defensa para evitar males mayores.

Sin embargo, el dolor también tiene una dimensión emocional. Cuando perdemos a alguien que amamos, por ejemplo, es normal sentir un dolor emocional intenso, porque estamos experimentando la ausencia de alguien que era importante para nosotros. Ese dolor, sin reflejar un dolor físico, puede ser más intenso que el provocado por cualquier golpe o herida.

Desde un punto de vista filosófico, el dolor es un tema interesante. Muchos filósofos, Epicuro por ejemplo, han argumentado que el dolor es un mal innecesario en el mundo y que deberíamos tratar de evitarlo a toda costa. Pero otros, como Nietzsche o Schopenhauer, argumentaron que el dolor es algo que puede ser valioso en ciertos contextos, porque nos ayuda a crecer y aprender de nuestras experiencias.

En cualquier caso, el dolor es algo que nos hace humanos y que nos conecta con otras personas que también están experimentando dolor. Cuando alguien más está sufriendo, es importante mostrar empatía y apoyo, porque todos necesitamos ayuda y comprensión cuando estamos pasando por momentos difíciles.

Pero también es importante recordar que el dolor no define quiénes somos. Aunque el dolor puede ser muy intenso y abrumador, siempre hay esperanza y oportunidades para encontrar alivio y superarlo. Como seres humanos, somos capaces de adaptarnos y superar grandes desafíos, incluso cuando estamos experimentando dolor.

Así que, en resumen, el dolor es una experiencia humana compleja que tiene múltiples dimensiones, tanto físicas como emocionales y filosóficas. A nivel fisiopatológico involucra a múltiples sistemas corporales. Desde los receptores del dolor en los tejidos periféricos hasta las regiones cerebrales superiores, todo el proceso es importante para que podamos sentir el dolor y manejarlo. Aunque el dolor puede ser difícil de manejar, siempre hay esperanza y posibilidades de encontrar alivio y seguir adelante.

6 comentarios en “El dolor”

  1. Me he leído todas las entradas, a cuál más interesante, me ha tocado sobre todo la NO vida de una de Ellas, la de NOAH, por conocerla, y seguirla
    Pero quería agradecerle todo lo que hace, no sabe lo que está ayudando a Visibilizar las Enfermedades Raras, y porque no puede ser más importante e interesante
    Muchísimas gracias,
    Un abrazo 🫂

  2. Hola, soy de Argentina. Soy parte de la población diagnosticada con Ehlers-Danlos Hiperlaxo (recien ahora, a mis 31 años) Llegué mucho antes a multiples diagnosticos, y tuve que atravesar tratamientos que empeoraron mi situacion, mi dolor y mi calidad de vida para siempre. Hoy en día sé cuáles son los conflictos de intereses de los grupos médicos y las instituciones de sanidad, asi que aprendí a estar más atenta a mi intuición (que increíblemente funciona de maravilla). Formo parte de un grupo de pacientes con compresiones vasculares, que día a día intentamos entender nuestros dolores, y explicarle a los médicos que sí duelen las venas, que sí duelen los órganos, que sí se afectan los nervios. Nos tratan de locas, de hipocondríacas, muchas estan medicadas con tratamientos fuertisimos que les empeoran sus sintomas de disautonomía (muchas aun no tienen el diagnostico de disautonomia) y la iatrogenia recibida es inabarcable e imposible de revertir en su totalidad. Este tipo de puntos de vista son muy necesarios, aunque más no sea en una entrada de blog, ojalá pudiera circular más medicina humana, ligada a los derechos de las personas, y menos medicina capitalista, atada a conflictos de intereses empresariales. Muchas gracias por ser parte de una medicina más humana. En Argentina teníamos un médico muy famoso por divulgar una medicina humana, que con sus descubrimientos salvó la vida de millones de personas afectadas por la industria alimenticia o por problemas genéticos, se llama René Favaloro, y aunque hay una institución sanitaria que fundó él, poco queda su enseñanza y su valor ahí. El dijo: «La medicina, sin humanismo médicos, no merece ser ejercida». Y se suicidó. Porque una persona así no sobrevive a la inmundicia de los mercados. Espero con mucha fe que vos puedas cuidarte y resistir, muchas gente te necesita y muchas personas quisiéramos poder conocerte.

    1. Lamento tu experiencia Lara, así como la de otros muchos pacientes.
      Es cierto que hay mucho que seguir avanzando, mejorando, aprendiendo y que es complejo para todos. De ahí la importancia de seguir divulgando y visibilizando, de ahí mi labor.
      Gracias por tus palabras y también por apoyar y valorar lo que hago. Un saludo!

  3. Me encanta el texto!! Muchas gracias!!
    Tb se podría hablar sobre el dolor de la astenia,yo lo siento como un dolor » leve» de todo el cuerpo,flojera, debilidad…
    Gracias por todo!!!!

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